Virtud curativa de la creatividad. Si el pensar o el sentir han migrado al exterior y su energía ha quedado allí prisionera (por el éxito de la expedición o -más- por el fracaso); urge entonces un retorno al ahora y al centro: procesar (distanciamiento) el hilo de afectos que nos oprime y nos ata, debilitando así su fuerza y tansformándolo en producto.
Te convierto en canción
(Juan Perro)
Si mañana me llamas
Y te digo que no estoy
No preguntes, nena
Que yo de qué voy
Me cansé de la pena
Que por ti yo me doy
Y si no vas a ser buena
No quiero tu amor
Me incendiaste el alma
Con tu carro de fuego
Y cambiaste la calma
En pura desazón
Si declaras la guerra
A mi corazón
Y me haces daño
Te convierto en canción
Si tu nombre es Helena
Y te envía el destino
Te convierto en estrella
De mi copa de vino
Si declaras la guerra
A mi corazón
Y me haces daño
Te convierto en canción
Irás de mano en mano
Y en boca de todos
Si te canto mía
Serás de todos modos
Si declaras la guerra
A mi corazón
Y me haces daño
Te convierto en canción
Ya no puedes hacer
Nada más contra mí
Porque eres de aire
Vuelo dentro de ti
Si declaras la guerra
A mi corazón
Y me haces daño
Te convierto en canción
Webmenciones
[…] No centrarse obsesivamente en el sufrimiento ni en la auto-terapia (aunque en cierta parte siempre es terapéutico escribir). Equilibrio también en el sentido social, que se vea cómo son las cosas y el mundo; pero sin […]