Aquí estamos, hasta el cuello de mierda, podríamos decir; o sea de falsedad, ansias enfermas y pillaje. Puede que se me olvide algunas mañanas de sol…, pero siempre es fácil recordarlo viendo las noticias o paseando a orillas de este mezquino río de fango. Indígnate, pero sin descuidar tu propia rapiña, tu pequeño fraude disimulado. […]